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Oración de san Juan- María Vianney

por la santificación de los sacerdotes
 

Omnipotente y eterno Dios,

mira el rostro de tu Divino Hijo y,

por amor a Él, ten piedad de tus sacerdotes. 

 

Recuerda que no son sino

débiles y frágiles criaturas,

mantén vivo en ellos el fuego de tu amor

y guárdalos para que el enemigo no prevalezca

contra ellos y en ningún momento

se hagan indignos de su santa vocación.

 

Te ruego por tus sacerdotes fieles y fervorosos, por los que trabajan cerca o en lejanas misiones

y por los que te han abandonado.

 

¡Oh Jesús! te ruego 

por tus sacerdotes jóvenes  y ancianos,

por los que están  enfermos o agonizantes

y por las almas de los que estén en el purgatorio.

​

¡Oh Jesús! te ruego

por el sacerdote que me bautizó,

por los sacerdotes que perdonan mis pecados,

por aquellos a cuyas misas he asistido y asisto,

por los que me instruyeron y aconsejaron,

por todos para los que tengo

algún motivo de gratitud.

¡Oh Jesús! guárdalos a todos en tu Corazón, concédeles abundantes bendiciones en el tiempo y en la eternidad Amen.

​

Sagrado Corazón de Jesús,

bendice a tus sacerdotes

Sagrado Corazón de Jesús,

santifica a tus sacerdotes

Sagrado Corazón de Jesús,

reina por tus sacerdotes.

​

María, madre de los sacerdotes, ruega por ellos.

Dadnos Señor vocaciones sacerdotales y religiosas.

​

​

Oración de Santa Faustina Kowalska

​

" Oh Jesús mío,  te ruego por toda la Iglesia:
concédele el amor y la luz de tu Espíritu
y da poder a las palabras de los sacerdotes
para que los corazones endurecidos
se ablanden y vuelvan a ti, Señor.


Señor, danos sacerdotes santos;
consérvalos Tú mismo en la santidad.

Oh Divino y Sumo Sacerdote,
que el poder de tu misericordia los acompañe en todas partes y los proteja 

de las trampas y asechanzas del demonio,
que están siendo tendidas incesantemente para las almas de los sacerdotes.


Que el poder de tu misericordia, oh Señor, destruya y haga fracasar lo que pueda empañar la santidad de los sacerdotes,
ya que Tú lo puedes todo.

​

Oh mi amadísimo Jesús,
te ruego por el triunfo de la Iglesia,
por la bendición para el Santo Padre

y todo el clero, por la gracia de la conversión de los pecadores endurecidos.


Te pido, Jesús, una bendición especial y luz
para los sacerdotes, ante los cuales

me confesaré durante toda mi vida.

Amén."

​

Oración por el sacerdocio y las vocaciones

Señor Jesús, con san Juan-María Vianney,

te confiamos: todos los sacerdotes a los que conocemos, aquellos a los que encontramos, los que nos ayudaron, aquellos a los que nos das hoy como Padres.
Llamaste cada uno por su nombre;

por cada uno te alabamos y te suplicamos:

guárdalos en la fidelidad a Tu nombre;

Tú que los consagraste para que en Tu nombre, sean nuestros pastores,

dales tu fuerza, confianza y alegría

para desempeñar su misión.

Qué la Eucaristía que celebran los alimente

y les dé el valor de ofrecerse Contigo por todas sus ovejas; que sean sumergidos en Tu corazón misericordioso para que sean siempre testigos de tu perdón; que sean verdaderos adoradores del Padre para que nos enseñen el camino verdadero de la santidad.


Padre, con ellos, nos ofrecemos a Cristo por la Iglesia: que sea misionera en el soplo de tu Espíritu; que aprendamos a quererlos, respetarlos y recibirlos como un don que viene de Tu mano, para que junto a ellos

s nosotros todos cumplamos más Tu obra para la salvación.

¡ Amen!

​

​

Oración a San José

​

Oh glorioso patriarca San José,

padre tutelar de Nuestro Señor Jesucristo,

en este día te pido por _______________.

El, igual que tú, fue tomado de entre los hombres para servir a Dios.

​

Ayúdalo a imitar tu gran fe, tu castidad perfecta, tu entrega total al servicio de Dios

sin mirar las consecuencias,

tu humildad, tu trabajo constante, tu pobreza,

tu obediencia, todas tus virtudes

y tu "SI"heroico.

​

Ayúdalo a imitarte a ti y a tu Hijo Jesús en todo.Ayúdalo a ser un buen sacerdote

para los ojos de Dios, ayúdalo en su soledad

y en sus momentos de tentación.

Acompáñalo en todos los momentos difíciles de su vida y en sus momentos de alegría también.

 

Defiéndelo de todos los que quieren hacerle algún daño físico o moral,

como defendiste a Nuestro Señor Jesucristo,

hasta que llegue al reino de los cielos

a gozar contigo para siempre

de la presencia de Dios nuestro Padre. Amén

Oración de Benedicto XVI

para el año sacerdotal

​

"Señor Jesús, en San Juan María Vianney Tú has querido dar a la Iglesia la imagen viviente y una personificación de tu caridad pastoral. Ayúdanos a bien vivir en su compañía, ayudados por su ejemplo en este Año Sacerdotal.

Haz que podamos aprender del Santo Cura de Ars delante de tu Eucaristía;  
aprender cómo es simple y diaria tu Palabra que nos instruye, cómo es tierno el amor con el cual acoges a los pecadores arrepentidos,

cómo es consolador abandonarse

confidencialmente a tu Madre Inmaculada,

cómo es necesario luchar con fuerza

contra el Maligno.

Haz, Señor Jesús, que, del ejemplo del Santo Cura de Ars, nuestros jóvenes sepan

cuánto es necesario, humilde y generoso el ministerio sacerdotal, que quieres entregar a aquellos que escuchan tu llamada.

Haz también que en nuestras comunidades

–como en aquel entonces la de Ars–

sucedan aquellas maravillas de gracia, que Tú haces que sobrevengan cuando un sacerdote 'sabe poner amor en su parroquia'

Haz que nuestras familias cristianas 
sepan descubrir en la Iglesia su casa –donde puedan encontrar siempre a tus ministros– y transformar su hogar en iglesia doméstica.

Haz que la caridad de nuestros Pastores anime y encienda la caridad

de todos los fieles, en tal manera que

todas las vocaciones y todos los carismas, infundidos por el Espíritu Santo,

puedan ser acogidos y valorizados.

Pero sobre todo, Señor Jesús, concédenos el ardor y la verdad del corazón a fin de que podamos dirigirnos a tu Padre celestial, haciendo nuestras las mismas palabras,

que usaba San Juan María Vianney:

Te amo, mi Dios, y mi solo deseo
es amarte hasta el último respiro de mi vida.
Te amo, oh Dios infinitamente amable,
y prefiero morir amándote
antes que vivir un solo instante sin amarte.
Te amo, Señor, y la única gracia que te pido
es aquella de amarte eternamente.
Dios mío, si mi lengua
no pudiera decir que te amo en cada instante,
quiero que mi corazón te lo repita
tantas veces cuantas respiro.
Te amo, oh mi Dios Salvador,
porque has sido crucificado por mí,
y me tienes acá crucificado por Ti.
Dios mío, dame la gracia de morir amándote
y sabiendo que te amo. Amén.

​

Oración a María Santísima

de S. Juan Pablo II  (Ex. ap. post-sinodal Pastores dabo vobis, n. 82)

 

Oh María, Madre de Jesucristo

y Madre de los sacerdotes:

acepta este título con el que hoy te honramos para exaltar tu maternidad y contemplar contigo el Sacerdocio de tu Hijo unigénito y de tus hijos, oh Santa Madre de Dios.

 

Madre de Cristo, que al Mesías Sacerdote diste un cuerpo de carne por la unción del Espíritu Santo para salvar a los pobres y contritos de corazón: custodia en tu seno y en la Iglesia a los sacerdotes,

oh Madre del Salvador.

 

Madre de la fe, que acompañaste al templo al Hijo del hombre, en cumplimiento de las promesas hechas a nuestros Padres: presenta a Dios Padre, para su gloria, a los sacerdotes de tu Hijo, oh Arca de la Alianza.

 

Madre de la Iglesia, que con los discípulos en el Cenáculo implorabas el Espíritu para el nuevo Pueblo y sus Pastores: alcanza para el orden de los presbíteros la plenitud de los dones, oh Reina de los Apóstoles.

 

Madre de Jesucristo, que estuviste con Él al comienzo de su vida y de su misión, lo buscaste como Maestro entre la muchedumbre, lo acompañaste en la cruz, exhausto por el sacrificio único y eterno, y tuviste a tu lado a Juan, como hijo tuyo:

 

acoge desde el principio a los llamados al sacerdocio, protégelos en su formación y acompaña a tus hijos en su vida y en su ministerio, oh Madre de los sacerdotes 

¡Amén!

​

Oración a Nuestra Señora del Sacerdocio
(P. Thevenin, fundador de la Misión teresiana)

 

Virgen María, Madre de Cristo Sacerdote,
Madre de los sacerdotes 
del mundo entero.
Tú amas con un amor especial

a los sacerdotes porque ellos son

la imagen viva de tú Hijo único.
Tú has ayudado a Jesús 
durante toda su vida

Y lo ayudas todavía en el cielo.


Te suplicamos, Madre,

que ruegues por los sacerdotes.
Ruega a Dios que envíe operarios a su mies.
Ruega para que tengamos sacerdotes
Que celebren los sacramentos,
Que nos expliquen el Evangelio de Cristo,
Que nos enseñen a convertirnos 
en verdaderos hijos de Dios.
Virgen María, pedid a Dios Padre 
por los sacerdotes, Para que sean santos. Amén

​

Oración al Padre para ofrecer 

la Comunión eucarística

 

Padre Celestial, para la mayor gloria de tu santo nombre, te ofrecemos al Verbo Encarnado que acabamos de recibir en su Sacramento de Amor

y en quien tienes todas tus complacencias,

y nos ofrecemos en unión con Él, por manos de María Inmaculada, por la santificación y multiplicación de tus sacerdotes.

​

Derrama en ellos tu Divino Espíritu, enamóralos de la Cruz y haz muy fecundo su apostolado.

Amén

​

Oración a Jesús eucarístico 

​

Señor Jesús, presente en el Santísimo Sacramento, que quisiste perpetuarte entre nosotros por medio de tus Sacerdotes,
haz que sus palabras sean sólo las tuyas,
que sus gestos sean los tuyos,
que su vida sea fiel reflejo de la tuya.


Que sean los hombres que hablen a Dios de los hombres y hablen a los hombres de Dios.
Que no tengan miedo al servicio, sirviendo a la Iglesia como Ella quiere ser servida.


Que sean hombres, testigos del eterno en nuestro tiempo, caminando por las sendas de la historia con tu mismo paso y haciendo el bien a todos. Que sean fieles a sus compromisos,
celosos de su vocación y de su entrega, claros espejos de la propia identidad y que vivan con la alegría del don recibido.


Te lo pido por tu Madre Santa María: Ella, que estuvo presente en tu vida, estará siempre presente en la vida de tus sacerdotes. Amén

 

Oración al Espíritu Santo 

​

Ven Espíritu Santo, llena el corazón de Tú sacerdote,___________, enciende en él el fuego de Tu amor con un fuego que enciende, que arda y que queme, hasta consumirlo al grado de que ya no quede nada de su viejo ser. Para que Tú puedas vivir, sentir, amar, moverte, y actuar por medio de él sin que nada Te estorbe.

Revive en él Tus frutos y Tus dones 
que han sellado su alma tres veces: en su bautismo, en su confirmación y en su ordenación sacerdotal.

Hazle sentir cuál es el fruto y el don que Tú más deseas que se manifiesten en su persona y que sean el sello de su sacerdocio.

¡Hazlo santo ya! Tu Iglesia necesita con urgencia sacerdotes santos, pero ellos sólo lo podrán lograr con Tu ayuda y Tu gracia.

Yo sólo puedo pedirte 
por medio de mis pobres oraciones, pero Tú, Dulce Huésped del Alma, el Amor mismo, puedes hacer que él logre todos Tus propósitos. Los propósitos que Tú has tenido para él desde que lo escogiste para sacerdote desde toda la eternidad. Te pido que mires su disposición de servirte con sus manos de barro,

las cuales Tú puedes transformar en las Tuyas.

Ya sabes que yo especialmente pido para él,

Tu paz, Tu amor, Tu pureza y Tu alegría,

y sobre todo que nada ni nadie

jamás pueda perturbarlo.

No permitas que ninguna alma se pierda

de las que Tú le has encomendado

y que él un día junto con todas ellas

pueda tener la dicha de alabarte

por toda la eternidad en el cielo. Así sea.

​

Dios Espíritu Santo,

en este día Te pido que vuelvas a inundar

el alma de Tu sacerdote_________  como en el día de su ordenación. Que vuelva el a sentir el gozo, la felicidad, la emoción tan grande de ese día.

Que nunca deje de sentir lo que sintió ese día,

que nunca se vaya a convertir su vida en una rutina, que cada día amanezca con el mismo

celo y la misma voluntad de servirte,

sirviendo a los demás.

Haz que dé siempre buen ejemplo sin provocar envidias, haz que los que se acerquen a él

sientan que se acercaron a Ti y que,

por medio de él tocaste sus vidas.

Dale la humildad de reconocer que no somos nada, ni somos dignos de nada pero que por medio de Tu misericordia y por medio de Tu amor nos das todo sin merecerlo y que lo único que nos queda es aceptarlo y pasar cada instante de nuestras vidas agradeciéndotelo.

Fortalece sus puntos débiles, que son donde

Tú manifiestas Tu gloria y sostén sus puntos fuertes y haz que sepa reconocer con humildad

y con verdad que lo bueno que hay en él,

no es más que un reflejo de Ti mismo.

No permitas que el diablo obstaculice su camino, que cuando lleguen las tentaciones tenga la fuerza para vencerlas al instante, que nunca llegue a ofenderte, con la ayuda de Tu gracia. Que sepa reconocer al demonio cuando se le llegue a presentar disfrazado y que sepa ahuyentarlo con el nombre de Jesús y de María.

Tu pueblo, Señor, necesita que él y todos

Tus sacerdotes sean santos y totalmente entregados a Tu servicio.

Ayúdalos porque lo que Tú les pides es muy difícil y sin Ti nada podrán hacer.

Tú sabes todo lo que deseo pedir y no puedo expresar y lo tomas en cuenta. Te pido por todas las intenciones que él tenga en su corazón.

Que sus sueños, sus anhelos y sus deseos

siempre estén de acuerdo con Tu voluntad.

No permitas que conozca la tristeza, 
que su alegría interior sea tan grande que no haya nada que la pueda destruir ni afectar.

Tú sabes que mi intención es la de pedir por él ahora y siempre con la esperanza de que escuches mis pobres oraciones. Gracias por todo lo que nos das; esperamos 
un día por medio de Tu amor, Tu perdón, y Tu misericordia llegar a gozar Contigo por toda la eternidad en el cielo. Así sea.

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